2018.
De alguna forma he encontrado paz o algo de tranquilidad cuando escribo, nunca he sido muy buena expresando lo que siento hacia alguien o hacia alguna situación en específico, suelo estar en mi forma neutral aunque por dentro me estoy muriendo de la rabia o de la depresión.
Siempre me dicen que nunca tengo oficio porque me la paso publicando historias o compartiendo tonterías y realmente sí, tengo a veces demasiado que hacer por eso el estrés es demasiado, mi vía de escape es reírme de mis tonterías y usar mi humor negro para reírme de mis desgracias.
El 2018 fue un año que marcó un antes y un después en mi vida, creo que me hizo madurar de golpe aunque el 2017 fue lo que inició todo. Aún no caía en cuenta que había pasado a segundo año de Farmacia, realmente mi error siempre fue que nunca supe como organizarme, este año es el más fuerte de la carrera por la carga académica tan pesada que tiene, sigo pensando que es un error del pensúm que debe corregirse pero ya eso es harina de otro costal.
Personalmente empecé a quebrarme ciertamente nunca había tenido tanto conflicto conmigo misma y es que siempre me he presionado por dar lo mejor de mí en todos los aspectos, trato de no fallar como una perfeccionista obsesiva que soy. Somos humanos, todos nos equivocamos así que es algo que tengo tiempo tratando asimilar, no es fácil.
Últimamente soy un libro abierto con todo lo que me pasa, lo cuento y ya me da igual lo que piense la gente; más bien me ha sorprendido que los que ven mis tonterías se me acercan y me dicen: "Isabela, yo siento lo mismo" nos ponemos hablar y tratar de apoyarnos. Creo que eso es algo que ha perdido el Venezolano, la empatía por la otra persona y es muy triste. En el metro siempre soy del tipo de persona que analiza todo y veo lo frustrada que está cada persona, veo esas caras tristes y de preocupación que trae la misma crisis del país. Trato dentro de lo humanamente posible que eso no me afecte tanto porque hay que seguir, el mundo no se detiene porque Maduro sea presidente o porque la MUD se dividió o sea lo que sea.
Tenemos que seguir trabajando y estudiando para aportar al país, realmente eso es lo que va hacer que cambiemos. Y aquí, es donde caigo a la peor crisis existencial de mi vida "¿Será que no soy buena en Farmacia? ¿Sigo intentando o me voy?" y es que yo al ser tan crítica con el gobierno y la política venezolana, no acepto o me decepciono de mi misma por no aportar de alguna forma a Venezuela porque perdí un año de carrera, un año que debo volver a ver, un año más donde no puedo trabajar como Farmacéutica, un año más donde debo seguir recibiendo el apoyo económico de mi mamá. "¿Isabela pero por qué no te pones a trabajar?" es la pregunta que más me hicieron en los últimos meses y claro, son personas que no estudian Farmacia y no saben como funciona todo allí, no es tan fácil estudiar esto, trabajar y esperar a salir bien en tus notas ¿por qué? Porque el promedio de toda la carrera debe ser entre 10-11 ptos y sí, nos matamos tanto estudiando para pasar a duras penas con 9.50 ptos para rendondearlo y que sea 10. Lo ilógico de esto es escuchar "Eso es normal aquí, aquí todos pasan con 10" como si fuera un orgullo y para mí no lo es, ¿saben cuanto me molesta matarme estudiando y raspar o a duras penas pasar? y que sea "normal", pues les diré, me molesta mucho.
Entonces ¿sigo estudiando Farmacia? amo la carrera, como otras personas que llegaron por cosas de la vida a conocerla esperando que sea el trampolín para estudiar otra carrera, me enamoré. Todos tenemos un amor tóxico y este sin dudarlo, es el mío. Es frustrante haber intentado tanto pasar y no haberlo logrado porque tuve hasta que alejarme de mi familia y aislarme para nada. El año pasado perdí a un tío y a mi abuela materna, no fui a San Cristóbal para despedirme porque si falto más de 2 días a un laboratorio, repetía. Deje de pasar tiempo con mi hermana antes de que se fuera del país porque tenía que estudiar para pasar de año, tuve la peor navidad de mi vida y el peor cumpleaños de todos porque no podía hacer nada porque estaba estudiando para reparar y fallé cada vez que lo intenté, ¿Cómo no sentirme mal? es imposible.
De repente caí en este momento de preguntarme ¿Sigo o me voy del país? muchos dicen que "chama vete y estudia en otro país" que fácil es decir eso; pero en otro país tienes que preocuparte por conseguir los permisos para quedarte, trabajar para comer y alquilar un lugar donde vivir, mientras piensas en pasarle dinero a tu familia, estar en la preocupación de conseguir un contrato que permita que te quedes en el país que te recibió y no te deporten, incluso llegas a trabajar más de 8 horas al día todos los días o si tienes suerte, libras uno ¿Creen que en esa situación es fácil pensar en volver a estudiar? cuando el tiempo y el dinero es limitado, te hace cambiar las prioridades.
Sigo en mi proceso de duelo de aceptar que volveré a ver segundo año, tengo mi pelea interna que espero que en pocos días resuelva que haré, seguramente siga este tormento pero la vida continúa. No odio a nadie, solo sé que este año se cometieron muchas injusticias y por eso siento un poco de rabia con lo que representó la parte académica de este segundo año y por eso luché algunas cosas y por algo gané la fama entre los profesores "de la peleonera o la niña problemática" como todo en Venezuela, estamos acostumbrados a quedarnos callados y no luchar contra la injusticias por eso cuando personas como yo, lo hacemos nos convertimos "en el problema". Sé que algunos profesores leen lo que escribo y realmente les pido disculpas si algo les ofende, no lo hice con esa intención pero así como yo acepto que cometí errores, cada uno debe aceptar los suyos.
Aprendizaje, describiré este horrible y mi más odiado año de la vida. Aprendí muchas cosas, aprendía a levantarme luego de cada derrota, aprendí "que no es lo que se dice, sino como se dice", aprendí a no tenerle miedo a nadie, a darme a respetar y dar el mismo respeto que recibo. Soy una chama de 22 años, tengo mucho por delante y espero trabajar en ser la mejor versión de mí misma. No tengo la necesidad de competir con alguien ni de compararme con nadie, todos somos diferentes y eso es lo que nos hace únicos y especiales.
Así que, mucho gusto soy Isabela Jauregui tengo mis complejos de reina que uso de chiste (aunque muchos se toman en serio que soy creída cuando es todo los opuesto JAJAJA), estudio farmacia, me encanta la política y expresar mis opiniones, me gusta contar cosas de mi vida en mis historias de instagram @IsaaJauregui, amo escribir, me gusta estar en un laboratorio y mis crisis existenciales las tengo a diario, no sé nada vivo día a día aprendiendo, espero ser el cambio que quiero ver en el mundo y sigo luchando por mis ideales.
Isa.
Felicitaciones sigue asi..ojala yo cuando tenia tu edad hubiese tenido la mitad de valor que tu..
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